Debido al aumento de la calidad de los ficheros –ejemplificándolo perfectamente los vídeos– cada vez se requiere un mayor espacio para almacenar todos los archivos que un usuario quiere mantener a buen recaudo. Es por ello que, tarde o temprano, la capacidad de la unidad de memoria de dispositivos como el ordenador de sobremesa y el portátil termina quedándose corta.

Adquirir una unidad de memoria externa, la mejor solución posible

La ampliación de la capacidad de almacenamiento es realizable de varias formas, siendo una de las más económicas optar por una unidad interna. Sin embargo, la misma requiere conocimientos de informática para ser debidamente instalada en el ordenador.

No es el caso del disco duro externo, el cual se conecta simplemente vía USB. A pesar de su simplicidad, antes de comprarlo es fundamental que tengas en cuenta los siguientes aspectos.

Para acertar en la compra piensa en la capacidad que necesitarás

Cada usuario le da a su disco duro un uso muy concreto. Es por este motivo que la capacidad requerida por cada uno de ellos puede llegar a variar enormemente. Por ejemplo, un estudiante que pretende disponer de multitud de documentos, hojas de cálculo y otros ficheros que no ocupan demasiado peso tiene suficiente con una unidad de 160 GB.

Disco Duro Externo Seagate

A su vez, los individuos que tienden a guardar grandes cantidades de archivos multimedia pasan a precisar de un disco duro externo de mayor envergadura. Uno de 2 TB es altamente recomendable para este tipo de casos, encontrándose disponibles actualmente en el mercado modelos que satisfacen todas las necesidades.

Las dimensiones también son importantes

La siguiente clave vuelve a hacer referencia a un factor que varía dependiendo de cada persona. Y es que un tamaño pequeño se convierte en imprescindible para aquellos sujetos que pretenden llevar la unidad de memoria consigo mismos, tanto en la mochila como en el bolso u otros compartimentos. En caso de que el disco duro externo tuviese un considerable volumen resultaría complicado transportarlo sin dificultades ni incomodidades.

Ten en cuenta que un modelo de mayores dimensiones, generalmente, se caracteriza por hacer gala de una mejor refrigeración. Ello es de agradecer sobre todo en caso de que se le dé un uso constante, sometiendo al dispositivo a habituales lecturas y escrituras de ficheros con el desgaste que acarrean dichas operaciones.

Disco Duro SSD

HDD o SSD

Hoy en día es posible elegir principalmente entre un disco duro externo mecánico o, por el contrario, SSD. Si prefieres prescindir de las ventajas del segundo –en las que ahondaremos a continuación– consulta la velocidad de rotación antes de efectuar la compra. Aquellos HDD que operan a 7.200 revoluciones por minuto te ofrecerán una mejor experiencia de usuario gracias a su rapidez.

Aunque si lo que quieres es la mayor velocidad posible no hay nada como el disco duro externo de estado sólido. El precio es bastante superior, aunque si le das más importancia al factor funcional que al económico pasarás a disfrutar de una unidad más rápida, silenciosa y resistente con la capacidad suficiente para albergar todos tus archivos.

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