Gracias a la tecnología M2M, estas máquinas ofrecen informes de lo más detallados sin tener que interactuar siquiera con ellas.
En una época en la que prácticamente cualquier dispositivo nos permite conectarnos a internet, en la que tenemos acceso constante a la información que deseemos y en la que podemos incluso comprar dos litros de leche sin movernos de casa. En una época en la que nos rodeamos de aparatos inteligentes, ¿por qué las máquinas de vending no iban a adquirir también esa inteligencia?
Si, hablamos de esas máquinas que encontramos en infinidad de establecimientos y que nos ofrecen todo tipo de productos a cambio de un par de monedas y la introducción de una clave alfanumérica bastante pequeña. Estas no se libran de la evolución de la tecnología, de hecho, han conseguido subirse a la ola smart para ofrecer numerosas facilidades a empresas y propietarios.
Ahora, gracias al trabajo de compañías como Wireless Logic, estos aparatos que tantos productos venden a los consumidores pueden estar conectados a la red de redes para ofrecer informes completos con detalles e información sobre tendencias de consumo, productos consumidos, unidades restantes y precios. De hecho, pueden incluso enviar notificaciones en caso de avería.
Algo que llevan a cabo gracias a las posibilidades de la conectividad M2M, que se encarga de facilitar su acceso a internet para que los operadores puedan aprovechar para tener a mano una serie de datos fundamentales ya no solo para conseguir más ventas, sino también para realizar una mejor gestión de todas las unidades y productos y asegurarse, así, de que siempre están disponibles aquellos que más gustan a los compradores.
Este cambio facilita las cosas a ambas partes. Por una parte, los compradores siempre van a tener disponibles los productos que más se compran, sin problemas por su ausencia ni tampoco por posibles fallos con la máquina. Por otra, los encargados de la máquina y los que se benefician de sus ventas obtienen un mayor rendimiento y pueden gestionarla mucho mejor.
Un avance más en un terreno que siempre está rodeado de cambios y de una evolución constante. Nuestros televisores se volvieron inteligentes, nuestros teléfonos también, incluso nuestros relojes decidieron dar el salto. Tarde o temprano tenía que llegar también el turno de las máquinas de vending modernas. Y lo mejor es que han conseguido ofrecer unos resultados que justifican sobradamente este nuevo cambio.