Desgranamos algunos de los beneficios que tiene el consumo diario de naranjas para nuestro organismo. Sigue leyendo y no querrás dejar de tenerlos en tu dieta habitual.

Antes que nada…

A pesar de que estemos acostumbrados a consumir los cítricos en fresco, exprimidos o como condimento de otras comidas, lo cierto es que hay otras formas de hacerlo y que en todos los casos mantienen las excelentes propiedades de las que vamos a hacernos eco en lo que sigue.

De hecho, una de las mejores formas de consumir cítricos durante todos el año es deshidratándolos, algo que no supone una pérdida de beneficios de la naranja deshidratada y nos evita tener que adquirirlas fuera de temporada, cuando son caras y de poca calidad.

Los beneficios de las naranjas

Beneficios de las naranjas

Son antioxidantes

Dada la cantidad de betacarotenos que aportan a nuestro organismo, las naranjas son un alimento que ayuda a evitar que nuestra piel envejezca prematuramente

En este sentido, diremos que tales sustancias facilitan la renovación de nuestras células cutáneas y que ello implica que se produzca la necesaria regeneración natural de nuestra piel para evitar el envejecimiento, así que si te preocupa tu aspecto no deberías dejar de tomar naranjas todos los días.

Del mismo modo, es de señalar que las naranjas tienen otro tipo de antioxidantes, los flavonoides, como la beta-criptoxantina, zeaxantina y luteína, que protegen nuestra cavidad oral y nuestros pulmones, motivo por el que son un complemento alimenticio ideal para los fumadores u otras personas que someten su sistema respiratorio a una presión constante.

Constituyen una enorme fuente de vitaminas

Por otra parte, es sabido que las naranjas, también las deshidratadas, contienen altas dosis de vitaminas C, B6, B1 y B9, lo que implica que estamos refiriéndonos a un alimento enormemente beneficioso para aumentar nuestra hemoglobina y a la hora de mantener nuestras defensas naturales altas, todo ello sin obviar que tales vitaminas favorecen la cicatrización y contribuyen a la eliminación natural de las manchas de la piel.

Es decir, que consumir cítricos todos los días es sinónimo de ayudar a nuestro organismo a mantenerse en plena forma para poder evitar posibles enfermedades e incluso cuando tenemos que afrontar heridas, por lo que hacerlo es un acierto que siempre está a nuestro alcance.

De hecho, la cultura popular siempre ha insistido en que la mejor forma de evitar los catarros habituales es consumiendo naranjas todos los días, algo que, además de ser cierto, es muy a considerar en los tiempos en los que vivimos (en los que la COVID-19 acecha y todos somos susceptibles de confundir un simple resfriado con la tan temible enfermedad).

Además de esto, también tenemos que señalar que el ácido cítrico de las naranjas es muy beneficioso para nuestro sistema renal, pues está demostrado que previene la formación de cálculos y, por ende, que nos tengamos que someter a esos tan molestos tratamientos que se utilizan para eliminarlos.

Son una rica fuente de minerales

En efecto, otra virtud de las naranjas que no podemos pasar por alto es su alto contenido en magnesio, potasio, calcio y fósforo, siendo todos ellos minerales enormemente beneficiosos para nuestro sistema nervioso y, en el caso del potasio, unos aliados de primer orden a la hora de mantener controlada nuestra presión arterial y nuestra frecuencia cardiaca.

Y no solo eso, sino que el calcio que contienen las naranjas, independientemente de cómo las consumamos, sumado al resto de minerales que acabamos de nombrar ayudan de sobremanera a evitar enfermedades en nuestro sistema óseo, como la gota, la artritis o la osteoporosis, por lo que su consumo diario es fundamental para los colectivos especialmente dados a padecerlas.

Ayudan a reducir el colesterol y el riesgo de padecer cáncer

Por último, a pesar de que podríamos seguir enumerando beneficios, diremos que las naranjas tienen altos contenidos de fibra, algo fundamental en la lucha contra el colesterol, y que sus limonoides cítricos, carotenoides y vitamina A ayudan a prevenir ciertos tipos de cáncer, como el de estómago y el de colon.

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