La nueva esperanza de Joan Laporta se llama Robert Martínez y su cometido sería el de salvar al Barça de la situación actual en la que se encuentra. Suena como uno de los más que posibles candidatos a ostentar el puesto que hasta día de hoy sigue ocupado por el técnico neerlandés Ronald Koeman. Hasta aquí sería todo perfecto, pero existen diversos factores que pueden frustrar las intenciones de Laporta. Por un lado se encuentra la indemnización de 1,8 millones de euros a la que Robert Martínez tendría que hacer frente. Se trata de una rescisión unilateral en caso de que éste quisiera cesar la relación profesional con la selección de Bélgica para irse a Barcelona. En este caso, dicha indemnización sería asumida por el FC Barcelona sin ningún tipo de problema. Otro de los factores que pueden influir en la decisión final del club sobre la idoneidad de su contratación es que, por parte de la directiva, Xavi es la mejor opción. Sin embargo Laporta discrepa en este punto y no ve a Xavi como una opción en el primer equipo, para eso tendría que pasar primero por el Barça B, algo a lo que el exjugador no está dispuesto. Robert Martínez tiene contrato con la selección de Bélgica hasta la finalización del Mundial de Catar en diciembre de 2022. En las mejores casas de apuestas podrás realizar tus pronósticos por tu equipo para el Mundial de Catar y otras competiciones internacionales. Se rumorea que durante el verano, Laporta y Martínez mantuvieron el contacto, y en uno de estos encuentros, el presidente le ofreció el puesto de entrenador del FC Barcelona. El de Lleida lo rechazó, ya que se encontraba comprometido con la selección de Bélgica hasta pasada la UEFA Nations League. El proyecto que están buscando para el club, es un proyecto de futuro. No quieren una solución temporal, necesitan estabilidad y seguridad en el vestuario. También un referente en el que encontrar la guía para volver a encauzar de nuevo su camino en la competición. La idea es contar con una nueva figura de entrenador para poder presentarla en la próxima asamblea del 16 de octubre. Hasta ese momento, seguro que escucharemos más nombres de posibles candidatos a ocupar la plaza de un Koeman hierático, como inerte. Una figura que en los últimos tiempos parece apática a todo. No obtienen buenos resultados, no importa. Vencen en un partido, está bien. Seguramente no se trate de una salida en contra de la voluntad del técnico que, sin duda, no atraviesa por su mejor momento personal y tampoco ha sabido sacar el rendimiento que el equipo le debe a toda la afición culé. Lo que no se puede justificar es la situación que durante una larga temporada lleva asentada en el club catalán. En cualquier caso, la salida de Koeman le seguiría reportando una cuantiosa indemnización al Barcelona, algo que Laporta estaría gustoso de asumir.