La cosmética natural es una de esas tendencias que cada vez gana más seguidores, por razones que hablan de dar alternativas a las pieles sensibles y exigentes, y porque en su elaboración, se respeta a la naturaleza pues las pruebas no son hechas en animales y no usan derivados del petróleo, ni productos químicos.
Algunas afecciones cutáneas como la psoriasis, rosácea, alergias, hinchazón, efectos producidos por el sol, y otras, tienen un aliado en la cosmética natural.
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¿Cuáles son los beneficios de la cosmética natural?
Si consultamos con varios especialistas todos van a coincidir en que las ventajas están principalmente en los ingredientes que se usan para su elaboración, los cuales son 100% naturales.
- Los productos de la cosmética natural protegen y regeneran la dermis de manera más efectiva y notoria.
- Son nutritivos y menos agresivos que los cosméticos convencionales hechos a base de químicos y elementos sintéticos.
- No tienen efectos colaterales.
- Son la alternativa para las pieles sensibles o con afecciones como acné, rosácea, urticaria, dermatitis atópica.
- Son hidratantes y contienen propiedades antioxidantes que retardan el envejecimiento de la piel.
- Sus materias primas no proceden de animales.
- No contienen ingredientes químicos ni conservantes o aditivos.
- No hay riesgo de intoxicación.
- No contienen minerales como silicona o parafina.
- Siempre están en armonía con el ambiente, pues hasta los envases y empaques están hechos con materiales reciclados.
¿Qué ingredientes se usan en la elaboración de cosméticos naturales?
La infinidad de ingredientes usados para generar las fórmulas de cremas, ungüentos y cualquier otro producto de la cosmética natural, tienen componentes orgánicos que provienen de elementos naturales y de cultivos orgánicos o biológicos.
Algunos de los ingredientes más comunes usados en la cosmética natural son los aceites vegetales, extraídos de plantas y alimentos, entre los que están el aguacate o palta, la jojoba, caléndula, cayena, argán, almendra, coco, ricino, germen de trigo, sésamo, rosa mosqueta, amapola, girasol, oliva, entre otros.
También se usan los aceites esenciales obtenidos de materia prima vegetal a través de un proceso de destilación, bien sea con agua o vapor, de allí que el proceso se denomine hidrodestilación.
Estos aceites proceden de plantas, hierbas, semillas, especias y árboles, y los más usados son los que se extraen del jazmín, el eucaliptus, el pino, sándalo, lavanda, rosa, citronela, vetiver, y las cáscaras de frutos como naranja, mandarina, bergamota, toronja, entre otros.
Otros componentes que se usan para la elaboración de estos productos son la arcilla, que proviene de diferentes tipos de tierra y tiene alcances depurativos y exfoliantes para la piel de cualquier parte del cuerpo; las frutas, con sus propiedades antioxidantes, entre las que están las fresas, cerezas, sandías, albaricoque y el pepino y la sábila, que si bien no son frutas, son ingredientes que tienen el poder de hidratar la piel colocándolos directamente sobre un área específica.
Además está la miel, cuyas características nutritivas, antisépticas y cicatrizantes la hacen el ingrediente esencial en muchos productos de cosmética natural.