El día de la boda es, sin duda alguna, un inolvidable acontecimiento en la vida de toda pareja. Y, a pesar de que los tiempos cambian, las modas evolucionan y se modifican ritos y formalidades, la novia sigue siendo la protagonista principal, por no decir absoluta, de la ceremonia nupcial. Su ropa, su peinado, su sonrisa… atraen la mirada de propios y extraños, sean o no convidados al enlace. “Ver a la novia” a su salida de casa ejerce una poderosa fascinación. De ahí la especial relevancia que toda mujer concede al vestido que lucirá ese día.

Ahora bien, una ceremonia nupcial es, además, un evento social destacado. Podemos decir, sin miedo a exagerar en exceso, que el deseo de las invitadas a la boda de resplandecer con sus mejores galas no es menor que el de la novia. Por muchos y muy variados motivos: causar buena impresión, arrebatar a golpe de elegancia e incluso, por qué no, enamorar a ese atractivo amigo del novio.

En la actualidad, la gama de cortes, colores y tejidos es tan amplia que no hay gusto que no pueda ser satisfecho.

Vestidos de novia para vivir un día de ensueño 

Aunque parezca mentira, aunque pensemos que lo tradicional es ley en materia de estilismo nupcial, lo cierto es que los vestidos de novia están en constante evolución. De cara a 2020, las propuestas se despliegan en un abanico a la altura de los sueños de cualquier mujer. 

Lo mejor de todo es que la innovación no ha desterrado los modelos clásicos. Las mujeres cuyos gustos se inclinen en este sentido encontrarán sin problemas largas colas, velos, encajes, organdí… para vivir un día de cuento de hadas.

Los modelos románticos, con gasas, tules y bordados siguen enamorando a gran parte de las mujeres, incluso a las de gustos más sofisticadas.

Las de espíritu libre encuentran en los modelos boho el vestido perfecto, a medio camino entre ternura y bohemia. Por lo general, suelen optar por vestidos largos y ligeros, en la mayoría de los casos aderezados con tiaras florales.

Vestidos de novia

Las más vanguardistas recurrirán a los modelos sofisticados, tanto largos como cortos e incluso con diseños asimétricos, escotes pronunciados y largas aberturas en la falda. 

En cuanto al color, a los tradicionales blancos, perla o champán se suman en la actualidad los rosas, más o menos difuminados, y tonalidades más atrevidas, que van desde el verde acuarela hasta el borgoña, en distintos grados de sutileza. 

En cualquier caso, la elección de un corte, un color, un estilo dependerá siempre del gusto de la novia. El mejor consejo que se le puede dar a la hora de elegir su atuendo nupcial es que sea fiel a sí misma, a sus gustos y a su personalidad, y que tenga en cuenta que la belleza no es incompatible con sentirse cómoda. El vestido ideal ha de ser una segunda piel. Nada enamora más que la naturalidad. 

Vestidos de invitadas 

El mismo consejo prima en el caso de las invitadas. Con un añadido. Nunca, bajo ningún concepto, deberán competir con la novia por el protagonismo. Restará elegancia a su apariencia. Las propuestas en vestidos de invitadas son tan generosas en estilo y cortes como en el caso anterior con un añadido suplementario: la gama de colores es mucho más dilatada y las normas de etiqueta permiten colores fuertes (rojos, azules, naranjas), siempre favorecedores. De manera que no es necesario emular a la novia para brillar, mejor hacerlo con luz propia. 

Largos, cortos, pálidos, oscuros, discretos, escotados… La elección dependerá del tipo de boda al que se asista, más o menos tradicional o informal, y la hora del día a la que tenga lugar. Consejos básicos para vestir en una boda son:

  • No vistas de blanco, marfil, beige. Aunque las modas hayan revolucionado los protocolos, estos siguen considerándose colores privativos de la novia.
  • Evita, sobre todo si la ceremonia es en la iglesia, vestidos demasiado llamativos o escandalosos que puedan resultar vulgares como, por ejemplo, las transparencias y los escotes exagerados. No estás en una fiesta de fin de año, sino en una boda.
  • Si la ceremonia se celebra es durante el día, es preferible escoger un vestido corto. Los largos se amoldan mejor a las bodas de noche. 
  • Utiliza un maquillaje discreto y combina adecuadamente los complementos: pendientes, gargantillas, zapatos, bolso. 

Precios de vestidos de boda

Carece de romanticismo mencionarlo, pero hablar de vestidos de boda implica hablar de precios. En general, tendemos a confundir valor con precio. Creemos que el vestido más caro será el más elegante, el más cautivador. No tiene por qué. Podemos encontrar preciosos vestidos de novia por menos de 100 euros. Y lo mismo en el caso de los vestidos de invitadas. Los hay para todos los gustos y al alcance de todos los bolsillos.

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