Ante las exigencias y el estrés que la vida diaria les produce a las personas, debido a sus relaciones laborales, interpersonales y familiares, se le ha sumado la incertidumbre y la preocupación por la crisis sanitaria que está viviendo el mundo entero. Todo esto puede derivar en una mala salud mental de las personas, que pueden sufrir enfermedades como depresión y ansiedad, entre otras.
Contenido
¿Qué es la ansiedad?
Para mantenernos sanos y poder lograr una mejor calidad de vida, existen tratamientos profesionales para la ansiedad, terapias psicológicas que pueden ser esenciales para lograr un pensamiento más positivo, y para llevar a cabo una toma de mejores decisiones que hagan que nuestra ansiedad y nuestro malestar desaparezcan por completo.
Si estás buscando una terapia ansiedad en Madrid, seguramente sientes que el estrés que vives en el día a día hace que te sientas estancado en tus acciones y decisiones, sin poder encontrar una solución que haga que te sientas mejor, y por lo tanto, que puedas vivir con una mejor calidad de vida.
El estrés convive con las personas diariamente, y aparece como una respuesta a ciertas realidades que parecen sobrepasarlas, o simplemente, no se encuentran los recursos necesarios para poder afrontarlas, para de esta manera llegar a una solución.
Cuando hablamos de ansiedad nos referimos a la respuesta fisiológica que podemos tener en base a no encontrar esas soluciones y no afrontar esas realidades que es necesario superar. A estas respuestas fisiológicas también se le suman pensamientos y emociones que hacen que las personas se sientan amenazadas.
En algunos casos esta amenaza puede ser real, pero en la mayoría de los casos se trata de una amenaza imaginaria, que solamente hace que la persona no pueda avanzar, sintiéndose atascada y deprimida.
Si bien parecen similares, existen diferencias importantes entre el estrés y la ansiedad, que es importante conocer para detectarlas.
La diferencia más importante se debe a que el estrés es la forma de canalizar las exigencias y las demandas que las personas no pueden resolver y se escapan de su control; mientras que las personas que sufren de ansiedad pueden sentir síntomas similares a los que siente una persona estresada, pero sin la necesidad de haber sufrido una sobrecarga o una demanda intensa.
Cuando aparece la ansiedad, las personas experimentan ciertas reacciones fisiológicas, mentales y de comportamiento, que son similares. En primer lugar sienten una importante sensación de agitación y tensión, no pudiendo quedarse quietos.
Esto puede ir acompañado de una fuerte presión en el pecho, temblores y la sensación de que les falta el aire. El bloqueo y la imposibilidad de tomar decisiones coherentes también son parte del problema.
Consultar un psicólogo en Madrid
La ansiedad, el estrés y las exigencias diarias pueden generarnos un sinfín de debilidades muy difíciles de afrontar, y por lo tanto, de superar.
Los miedos y las crisis en nuestras relaciones interpersonales pueden llevarnos a estados de ánimo depresivos, que se podrían solucionar con los tratamientos de psicologos en Madrid.
La mejor forma para detener esas sensaciones de malestar que nos van llevando a una mala calidad de vida y a sentirnos que no podemos salir de un círculo vicioso con malas decisiones y estados depresivos, es buscar a un buen psicólogo, pero sin duda alguna, no es una tarea fácil.
Cuando buscas por primera vez un psicólogo, seguramente quieres llegar a una solución a tus problemas. Pero debes saber que esta solución será parte de un proceso, de una búsqueda interna y de la ayuda de este profesional.
No existen soluciones ni curas milagrosas, todo dependerá de ti y de tus experiencias a la hora de contarle tus problemas al profesional de la psicología. Un psicólogo es un profesional de la salud, y eso significa que utilizará procedimientos científicos para realizar un estudio de tu mundo interior, de tus comportamientos y tus vivencias, y partiendo de esa base podrá ofrecer todas las herramientas para comenzar el proceso de recuperación, y la mejor gestión del mundo exterior.
Los tiempos han cambiado, pero muchos aspectos de nuestra mente y nuestro comportamiento se han mantenido de la misma forma, ya que no contamos con una educación emocional que nos haga darnos cuenta de que nuestro mundo interior influye en todo lo que después hacemos hacia afuera.