El beso de Rodin es una obra escultórica realizada por el artista francés Auguste Rodin, desde 1881, la cual está basada en el infierno de la Divina Comedia, obra del poeta italiano Dante Alighieri.
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¿Quién fue Auguste Rodin?
François-Auguste-René Rodin, nació en Francia 17 de noviembre de 1840. Se le atribuye haber roto el canon académico que imperaba en la escultura durante el siglo XIX, ya que, luego de haber conseguido un conocimiento pleno y dominio completo de las reglas estéticas de su tiempo, creó una nueva concepción del arte, con lo cual tuvo la oportunidad de inaugurar una nueva etapa en el arte de la escultura.
Sus inicios como artista los tuvo modelando en arcilla. Ya en 1860, su primera escultura de estilo neoclásico estaba completada, aunque nunca fue exhibida. La obra que comienza a definir su estilo y la primera importante, es La máscara del hombre de la nariz rota, la cual fue aceptada por la academia en su segunda versión, tallada sobre mármol.
Aunque tuvo obras importantes, el beso de Rodin es la que más consigue destacar, ya que su realización supuso una ruptura con los parámetros que habían sido establecidos hasta el momento por las escuelas de arte.
La frontera entre la escultura tradicional y la moderna
Considerado como el “padre de la escultura moderna”, el artista realizó esta escultura como parte de su interpretación el infierno, y se convirtió en la frontera que divide la escultura tradicional, de la moderna.
Diseño esta estatua como la primera de varias esculturas inspiradas en la obra de Dante. Las Puertas del Infierno, sería el nombre de la obra general, que comprendería otras esculturas. Con El Beso, Rodin buscaba representar a Paolo y Francesca, dos personajes de la Divina Comedia, pareja con final trágico, ya que al final del beso son asesinados por el esposo de la chica, quien los sorprende en la aventura.
Sin embargo, una vez creada, el beso de Rodin terminó inspirando sensualidad y felicidad, por lo cual no contaba bien la historia de tragedia dantesca. Por esta razón, el autor decidió tratarla como una obra independiente y fue el público quien le dio nombre, uno muy adecuado, que logra traducir el carácter universal bajo el cual fue concebida la escultura.
En esta obra, se sientas las bases de la nueva corriente escultórica que vería luz en las siguientes décadas. Con el beso de Rodin, el espectador se hace partícipe de un beso infinito, en el que dos amantes entrelazados se funden en un solo ser, creando un momento sublime e íntimo, que genera sensaciones en el espectador.
El beso de Rodin es una escultura que además muestra dos texturas muy marcadas, los amantes en un exquisito pulido naturalista y la roca sobre la cual descansan, mostrando la naturaleza del material sobre la cual han sido esculpidos. Ambas cosas indicarían la transición entre la perspectiva clásica de la escultura, hacia una visión moderna, cambiando de manera radical la concepción del arte.
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