La decoración del dormitorio de nuestros hijos, si no son tan niños, implica tener en cuenta muchos factores, sobre todo porque ya no solo basta nuestra opinión como padres, sino también la de ellos. A esa edad tienen un criterio bastante definido y saben perfectamente lo que les gusta y lo que no.
Si bien el color de las paredes, el mobiliario y toda la distribución del espacio en un dormitorio son aspectos de suma importancia para lograr una decoración bonita, acogedora y funcional, hay detalles que podrán marcar una gran diferencia de distinción y personalidad, como por ejemplo, la ropa de cama.
El mercado actual se ha encargado de segmentar a todos sus usuarios, por lo que ahora es mucho más sencillo hallar productos específicos, como es el caso de los edredones juveniles. Las tendencias nos marcan un destino a seguir y no podemos conformarnos con adquirir cualquier cosa, debemos comprar lo que mejor se adapte a nuestras exigencias y necesidades.
Cuando se trata de escoger ropa de cama juvenil, el diseño, los colores y los motivos juegan un papel fundamental. Si es un edredón para un joven o una chica, las texturas, estampados y tonos deben ser tomados en cuenta con especial atención.
No obstante, los consejos que se mencionan a continuación, se ajustan a criterios generales que se deben precisar a la hora de comprar ropa de cama, para que ésta dure más, añada valor al diseño y estilo de una habitación, y que además, sea efectiva en cuanto a las estaciones y el clima de cada temporada.
No podemos hacer esta elección a la ligera, ya que se encuentra involucrada la comodidad y el nivel de descanso que se obtiene durante la noche. Esto es fundamental para los chicos en edad adolescente, quienes gastan mucha energía y deben mantenerla a tope para rendir en sus estudios y demás actividades extracurriculares.
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Elegir el mejor material
Ésta es una de las características más importantes de cualquier tipo de ropa de cama. Como sabemos, hay una gran variedad, como el poliéster, el algodón e incluso el satén. La elección influirá directamente en su durabilidad y en la comodidad.
El poliéster y la seda suelen ser los materiales de mayor demanda. El primero es el más económico y, precisamente por ello, el menos confortable, porque aporta poco en cuanto a la transpiración, lo que lo convierte en una mala decisión para épocas calurosas.
La seda, en cambio, en combinación con el algodón y la mezcla con otros materiales es una opción suave, cómoda y de gran calidad.
Los números de hilos de las sábanas
Un buen edredón debe venir acompañado de sábanas de calidad, que será determinada por el número de hilos que conforman su confección. El precio de lo que elijas estará influenciado precisamente por este detalle. Es posible que encuentres dos productos exactamente iguales en cuanto al estampado, pero no en precio, ya que la calidad marca la diferencia en este aspecto.
Cuantos más hilos se usen, mayor será su densidad y resistencia, por lo tanto habrá más durabilidad y calidad. Lo que se recomienda en este caso es escoger sábanas a partir de los 200 hilos por pulgada cuadrada.
Las medidas del colchón
No tener claras las medidas del colchón a la hora de comprar edredones, sábanas o mantas, es un error que cometemos con mucha frecuencia, éste es un concepto básico de toda ropa de cama y por eso es tan importante medir el colchón. Parece algo obvio, pero resulta que los fallos a la hora de elegir la correcta radican mucho en ello.
Color y diseño
Aunque no se crea, el estampado, los colores y el diseño en general, influyen en la calidad de la ropa de cama, así como también en la energía que se proyecta en todo el dormitorio, por lo tanto, supone una influencia importante en el descanso.
Aunque la ropa de cama blanca inspira pureza y un mejor tratamiento del algodón, por no haber tinte en la tela, también es un poco aburrida cuando se trata de decorar una habitación juvenil, por lo que elegir estampados y diseños coloridos, es una excelente idea para la motivación de cualquier adolescente.